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LA SEGURIDAD DE LAS FAMILIAS NO TIENE PRECIO

23/04/2014 - Articulos Técnicos

JORDI ISERN. C.S. EQUIPOS PRIMERA INTERVENCIÓN. TECNIFUEGO-AESPI

  

Es cierto que estos edificios de elevada ocupación, tienen un riesgo alto en caso de incendio y por ello la normativa ha sido especialmente cuidadosa en establecer los sistemas de protección necesarios para la seguridad de sus ocupantes; pero no nos podemos olvidarnos de la protección contra incendios en viviendas ‘particulares’, donde cada año se producen una sucesión de pequeños incendios, que apenas tienen eco en los medios de información, pero que por desgracia van muchas veces acompañados por un goteo de victimas mortales y de familias que se quedan sin hogar.

 

La Protección Contra Incendios en edificios de viviendas, es quizás la asignatura pendiente en nuestro sector, seguramente porque como ya hemos mencionado, creemos que la PCI solo se requiere en grandes centros y edificios, o quizás porque pensamos que necesariamente es cara; y no es necesariamente así.

 

Pensemos en un bloque de pisos y apartamentos donde viven familias de forma continuada; las estadísticas afirman que en este tipo de edificios, la mayoría de incendios se originan en la cocina, por estufas o braseros, o por descuidos, tipo cigarrillos mal apagados, velas, etc. Os propongo que pensemos juntos cómo podemos incrementar la seguridad en este tipo de edificios.

 

En caso de incendio, los servicios de extinción (bomberos) tienen una respuesta, que puede estar entre los 10 minutos y más de 30 minutos en algunas zonas rurales, y sabemos además que cuando estos profesionales se hacen cargo del incendio su eficacia esta demostrada fuera de toda duda;  pero: ¿qué se puede hacer en el ‘mientras tanto’?, quizás la palabra a mencionar sería ‘autoprotección’, es decir, que los ocupantes del edificio de viviendas tengan medios fáciles de usar y seguros,  para evitar, ante todo, los daños personales, y en segundo término minimizar los daños materiales una vez declarado el incendio, mientras llegan los bomberos.

 

Los profesionales de la PCI en TECNIFUEGO-AESPI tenemos claro que en viviendas, hay que actuar en tres frentes:

 

1.     Alarma y evacuación.

2.     Extinción manual de conatos de incendio.

3.     Compartimentación.

 

Alarma y evacuación:

 

Consistente en disponer de una pequeña instalación de detección de incendios en las viviendas, en muchos casos sería suficiente disponer de detectores en comedor, cocina y habitaciones (6 – 7 detectores), que en caso de conato de incendios, a través de una central de incendios (que podría ser ‘comunitaria’ para toda la escalera de vecinos), daría la alarma a traves de una serie de sirenas (óptico-acústicas) tanto a los ocupantes de la vivienda donde se esta produciendo el conato de fuego, como en la escalera común, para que el resto de vecinos del inmueble estén prevenidos.

 

Esta instalación de detección y alarma, podría disponer además de pulsadores de alarma dispuestos en rellanos y zonas comunes, para que en caso de que el conato de fuego sea detectado en primer lugar por las personas cercanas al mismo, simplemente saliendo al rellano de su vivienda, puedan activar el pulsador y dar la alarma de forma temprana.

 

Si además este edificio dispone de un plan de evacuación en forma de un pequeño cartel en cada rellano, y las debidas señales que orienten hacia las salidas más seguras, esta combinación de sistemas posibilitará una evacuación segura del edificio a la espera de los bomberos.

 

Medios de extinción manual para conatos de incendio:

 

Consistente en disponer de extintores manuales tanto en el interior de la vivienda (sugerimos un extintor de 2 kg de polvo ABC en la cocina), como en cada rellano (sugerimos polvo ABC de 6 kg, o agua de 6 lts), además de una BIE con manguera semirrígida de 25 mm en los rellanos de escalera conectada a la red de agua  doméstica.

 

Imaginemos que se ha producido un conato de incendio en un piso. Si todo lo explicado en el punto anterior ha funcionado correctamente, la central de detección habrá activado las alarmas y se habrá prevenido a los vecinos, que preventivamente estarán evacuando el edificio.

 

En caso de incendios incipientes y entre tanto no llegan los bomberos, las personas con más experiencia o más preparadas, pueden actuar con medios manuales de extinción (extintores y BIES) en una primera fase,  para que de una forma segura, poder extinguir el conato de incendio, o al menos controlarlo a la espera de la llegada de los bomberos.

 

Estos mismos medios (extintores y BIES) estarán disponibles para que puedan ser usados de forma inmediata por los bomberos si así lo consideran oportuno.

 

Compartimentación

 

Consistente en que al menos  las puertas de entrada de las viviendas y puertas de zonas comunes del edificio, tengan una resistencia al fuego de al menos 30 - 60 minutos, ello garantizaría que si no ha sido posible la extinción del conato de incendio por parte de los ocupantes del edificio, estas puertas puedan mantener confinado el fuego y el humo del incendio en el interior de la vivienda siniestrada, para que los vecinos del edificio puedan evacuarlo de forma segura, a la espera de los bomberos, y el fuego no se extiende a otras viviendas cercanas.

 

Zonas no ocupadas permanentemente

 

Nos referimos a zonas comunes del edificio de viviendas, donde no existe normalmente una ocupación permanente de personas, un ejemplo serían zonas de trasteros, zonas de maquinaria (ascensores, climatización, etc.), o parking.

 

En estas zonas, vale lo anteriormente recomendado para las viviendas, pero debido a que en caso de incendio es muy difícil que pueda ser detectado por los ocupantes, y que en muchos casos la carga de fuego puede ser mas elevada que en las viviendas; recomendaríamos además de los sistemas de detección y alarma y de los medios manuales, sistemas automáticos de extinción tipo rociadores, que actuaría de forma ‘autónoma’ en caso de incendio.

 

Visto todo lo anterior, si el problema es el coste de los medios de protección, podemos pensar que una instalación simple, que a nivel de escalera podría representar unos ‘pocos miles’ de euros, y que por familia-vivienda, representaría algunos ‘cientos’, no es barrera para poder disponer en este país de viviendas más seguras, que en caso de incendio podría se clave para poder salvar vidas y bienes.

Participación en organismos:
Nacionales:
Internacionales: