La temporada de los incendios forestales se ha adelantado. Varios incendios han arrasado cientos de hectáreas en la aún incipiente campaña de lucha contra el fuego. En el norte de España: Asturias, Castilla-León y Galicia, se han desatado varios incendios importantes en Ponferrada (León), Nieva (Segovia), Asturias (18 municipios) y Ferrol (Coruña). Las condiciones climatológicas, la falta de lluvia en las últimas semanas, y el pasto crecido han anticipado la triste realidad que anualmente se vive en España.
El primer gran incendio forestal se ha producido en el municipio de Bouzas (León) y se ha declarado el nivel 2 de peligrosidad por el cambio de viento y las altas velocidades y su posible afección al municipio de Montes de Valdueza. Numerosos medios aéreos y efectivos terrestres de la Junta de Castilla y León y Ministerio de Agricultura y UME se han desplazado hasta el lugar y actúan en las labores de extinción de este incendio que afecta principalmente a matorral y masas arboladas.
En Asturias (18 municipios), Segovia (Nieva) y Coruña (Narón) el fuego ha avanzado rápidamente. En Asturias y Narón, además, alcanzaron términos rurales cercanos a la población.
Para atajarlos dadas las dimensiones, el alto valor ecológico y la cercanía a poblaciones se han movilizado numerosos medios aéreos y terrestres, cuadrillas y personal capacitado para hacer frente al fuego. Se están utilizando retardantes y agentes extintores avanzados.
Algunos de los factores que favorecen el origen de los incendios forestales, son el abandono del medio rural, la afluencia masiva a los montes como lugares de ocio y la quema para generar pastos. Además, un factor clave son los incendios intencionados, y la falta de respuesta para atajarlos hace que cada año más desaprensivos encuentren impunidad en este crimen medioambiental.
Selvicultura preventiva, limpieza, vigilancia y sensibilización son los pilares de la prevención. Dentro de las medidas clásicas y evaluadas por los expertos en las distintas áreas, hay que citar: los cortafuegos, la conservación y limpieza, la creación de una red de vigilancia y la concienciación social de los usos inadecuados del fuego, ya sea accidental o intencionado.
RIESGO PARA LOS MUNICIPIOS
Por otro lado, los fuegos forestales cada vez inciden más en las poblaciones colindantes a zonas boscosas. Lo que se denomina interfaz urbano-forestal (IUF) afecta a viviendas, hoteles, casas rurales, camping, con un aumento alarmante del riesgo urbano-forestal.
Desde el Foro de Protección contra Incendios en Interfaz Urbano Forestal, un foro liderado por TECNIFUEGO-AESPI, que ha nacido con el objetivo de elaborar recomendaciones, y guías técnicas y de normalización, se está trabajando en diversos proyectos y programas europeos para su financiación.
Este Foro PCI IUF ha elaborado consejos de seguridad frente a los incendios en la interfaz urbano-forestal, de los que cabe señalar los siguientes:
- Plan de Autoprotección (evacuación, confinamiento, medios extinción, puntos de encuentro, rutas de escape…).
- Perimetrar la urbanización con cortafuegos y retardantes de larga duración.
- Acceso vehículos autobomba en los cortafuegos o zona de seguridad
- Regular su vegetación interior, paramentos de cierre, pantallas vegetales, jardinería, etc.
- Realizar una franja de 25 m de anchura separando la zona edificada de la forestal, permanentemente libre de vegetación y un camino perimetral de 5 m de anchura.
- La zona urbanizada debe disponer de dos vías de acceso alternativas. Libres de vegetación, dispondrán de una faja de protección de 10 metros, a cada lado del camino.
- En el trazado de redes de abastecimiento de agua del plan urbanístico, debe contemplarse una instalación de hidrantes perimetrales, debidamente señalizados conforme a la Norma UNE 23033 y distribuidos de tal manera que la distancia entre ellos medida por espacios públicos no sea mayor de 200 m.
La protección y prevención de incendios en los montes es una labor de toda la cuidadanía. Nuestros bosques necesitan otro modelo más sostenible que ayude a su prevención y conservación. Autoridades, expertos y ciudadanos debemos luchar juntos para alcanzar mínimas cotas de incendios. El patrimonio natural heredado debe de protegerse y perdurar para las generaciones posteriores. Una responsabilidad prioritaria, en el sentir colectivo.