Antonio Gómez-Pinto Fontán, pionero y promotor de la unidad del sector de seguridad contra incendios en España, falleció ayer, 14 de diciembre, en Madrid a la edad de 93 años.
Antonio Gómez-Pinto ha sido uno de los profesionales más veteranos del sector y que más ha trabajado por su mejora y reconocimiento. Cofundador de TECNIFUEGO-AESPI, fue un visionario que promovió la creación de una gran asociación del sector de seguridad contra incendios, participando activamente en la unidad de AESPI y TECNIFUEGO.
Dentro de la Asociación fue un gran activador de estrategias y fomento de la calidad y profesionalización. Ocupó distintos cargos en la Junta Directiva, incluido el de presidente.
Durante la primera etapa de TECNIFUEGO-AESPI, hace ahora 25 años, Gómez Pinto siempre dirigió tuvo amplitud de mirada: “Tenemos que trabajar juntos por una asociación fuerte, de referencia, que lidere y fomente los encuentros con las Administraciones públicas y los Organismos nacionales y europeos”, era su objetivo que se vio cumplido con los años gracias al esfuerzo conjunto de todos los asociados.
Como empresario, creó la mayor fábrica del sector en España y de las tres primeras en Europa. Su proyecto empresarial creció y se diversificó, ampliándolo a un grupo de empresas que abarcaban la mayor parte de los equipos que se utilizan en protección activa contra incendios. En una entrevista aconsejaba a los nuevos empresarios esta máxima: “Aunque sea un tópico, cualquiera sabe que uno de los valores principales es el trabajo, un trabajo duro y constante. Después está la sagacidad o el instinto para intuir dónde está el negocio. Debes arriesgar, invertir, desplegar estrategias novedosas, y desde luego promover unos productos certificados, con una calidad y un servicio postventa que dejen completamente satisfecho al cliente”.
Antonio Gómez Pinto deja un gran recuerdo en la profesión, y en el sector de la protección contra incendios en general. Desde TECNIFUEGO-AESPI lamentamos profundamente su pérdida y nos unimos al dolor de su familia. Descanse en paz.
