La resistencia al fuego de las estructuras establece un papel muy importante en la protección pasiva de los edificios. Es de suma importancia garantizar la resistencia al fuego de los diferentes elementos estructurales de un edificio, ya que en caso de incendio, debe asegurar la evacuación de las personas y de la misma manera preservar la intervención del cuerpo de bomberos para minimizar los daños materiales. Por lo tanto, es vital asegurarse que todos los productos destinados a la protección pasiva contra el fuego, cumplen con las exigencias mínimas de los reglamentos y normativas que rigen la protección pasiva contra incendios. Y más concretamente, con la resistencia al fuego.
Otro factor que muchas veces no se tiene en cuenta y que resulta de gran importancia, es la instalación/aplicación de los productos de protección pasiva. No debemos olvidar que en resistencia al fuego se debe hablar de sistemas constructivos y no “sólo” de productos. Nos encontramos en cantidad de ocasiones con productos que disponen de ensayos de resistencia al fuego en vigor y que son instalados de manera incorrecta. En estos casos la resistencia al fuego no queda garantizada y es muy probable que en caso de incendio, el producto no cumpliera con la función para la que fue diseñado. Por todo esto, y haciendo mención nuevamente a “sistema constructivo”, es tan importante que el producto tenga una buena resistencia al fuego como que esté instalado según las especificaciones del fabricante.
Hasta la fecha, y dada la gran importancia que supone una correcta aplicación y control de la pintura intumescente, no existía una norma y/o documento que regulase la puesta en obra de este tipo de productos. Por suerte, se ha dado un paso hacia adelante, creándose una norma que regule todo el proceso de este tipo de productos, desde la correcta aplicación hasta su control e inspección final. Hasta ahora, el protocolo a seguir para el control e inspección en obra de las pinturas intumescentes era diferente e independiente del organismo de control que lo realizara. Este organismo se encargaba de establecer las diferentes zonas de medida, medición de espesores y establecía los criterios de aceptación del sistema aplicado.
Con la creación de la norma UNE 48287, “Pinturas y Barnices. Sistemas de pinturas intumescentes para la protección del acero estructural. Guía de la aplicación”, se consigue ocupar el vacío regulatorio en la aplicación, control e inspección de las pinturas intumescentes. Esta norma, entre otras cosas, establece una serie de guías y pautas para una correcta aplicación. Y lo que es más importante, establece unos criterios de inspección y control del sistema de recubrimiento intumescente igual para todos, con independencia del organismo de control que supervise su puesta en obra.
La normativa establece unas pautas para los trabajos de mantenimiento y reparación de estos sistemas, con el fin de garantizar la resistencia al fuego de la estructura durante todo el periodo de vida útil del sistema de recubrimiento intumescente.
En resumen, la publicación de esta normativa será de gran ayuda para el mercado, no solo desde el punto de vista del fabricante, con las mismas exigencias de control en obra para todos y evitando posibles disparidad de opiniones con el organismo notificado, sino para la seguridad de personas y edificios, al asegurarse la correcta aplicación y funcionamiento en caso de incendio.