Notas Informativas

LA TRAGEDIA ASOLA PORTUGAL, EL PEOR INCENDIO EN DÉCADAS

19/06/2017

 El sábado 17 de junio, por la tarde, se inició el peor incendio ocurrido en la Península Ibérica en décadas. Más de 60 muertos y un número similar de heridos es el trágico saldo de un voraz incendio, que según los primeros indicios se desató debido a la combinación de altas temperaturas, los rayos de una tormenta eléctrica, una pertinaz sequía y el fuerte viento que azotaba el distrito central de Leiría.

La mayoría de los fallecidos viajaba por la carretera nacional 236, y de repente se encontraron completamente rodeados por las llamas. El incendio se mantiene activo y ha obligado a cortar varias carreteras de Pedrógão Grande.

España a través de un convenio bilateral de apoyo en casos de crisis por incendio forestal y emergencias envió al país vecino cuatro aviones anfibios (Bombardier 415) en apoyo a los equipos portugueses para la extinción del incendio. La Dirección General de Política de Defensa ha confirmado la salida los aviones, operados por el Ejército del Aire.

Por su parte, Francia ha enviado tres aviones para asistir los esfuerzos de emergencia locales

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha trasladado este lunes a su homólogo portugués toda la "solidaridad y colaboración" de España por el incendio forestal de Pedrógão Grande como países "vecinos" y que comparten la lucha contra incendios, en su intervención en la reunión de ministros de Medio Ambiente de la UE en Luxemburgo.

 La Unión Europea (UE) activó ayer el mecanismo comunitario de protección civil para proporcionar ayuda a Portugal en el incendio  "En una respuesta inmediata a la petición de asistencia por parte de las autoridades portuguesas, el mecanismo europeo de protección civil ha sido activado para proporcionar salvamento contra incendios", afirmó el comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides.

Además, la UE ha enviado además un oficial a Portugal para coordinar la ayuda y ulteriores peticiones de las autoridades nacionales a Bruselas, que con su sistema de respuesta coordinada ante emergencias proporciona ayuda en la gestión de desastres naturales en contacto con las autoridades de protección civil nacionales.

En estos momentos se está a la espera de un refuerzo de la ayuda internacional, ya que el incendio sigue activo en varios puntos.

UN AÑO DIFÍCIL

Ante lo que pueda ser un año especialmente difícil, pertinaz sequía, abundante vegetación combustible… los expertos en el área de incendios forestales de TECNIFUEGO-AESPI, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, alertan de que la seguridad y defensa de nuestros bosques ante un incendio solo es posible si se ha realizado una planificación  y se han tomado las medidas de prevención y protección adecuadas.

Además, es preocupante la falta de legislación en la interfaz urbano forestal, en urbanizaciones cercanas a bosques, tanto en la protección activa (hidrantes, BIE, extintores, detección…) como en la protección pasiva de los edificios: reacción de los materiales (que no ardan o tarden en arder) y su resistencia, que no colapse, y pueda evacuarse.

En el apartado de tecnología para hacer frente a los incendios, ha  avances. La I+D de la industria española en la materia contribuye con sus investigaciones y desarrollos a que las administraciones públicas y los ciudadanos dispongan de las medidas adecuadas para la conservación y protección de sus urbanizaciones, viviendas,  y por supuesto los bosques y sus ecosistemas.

Algunas de las tecnologías que se deben señalar son:

1.         Redes de hidrantes:

La mayor necesidad de los servicios de extinción en un incendio forestal,   es la disponibilidad de agua en la zona del incendio, para que puedan recargar sus equipos. Por ello, se recomienda la instalación de redes de hidrantes, en las urbanizaciones y zonas habitadas colindantes con masas forestales, para que en caso de incendio, los bomberos y equipos de intervención puedan recargar sus vehículos, y proteger más adecuadamente estas zonas de alto riesgo.  Una alternativa es usar agua reutilizada. Así, la reserva disponible para extinción de incendios será menos dependiente de los otros consumos circunstanciales.

2.         Mangueras y lanzas

La evolución de las mangueras y lanzas para uso profesional se realiza codo con codo con los servicios de emergencias. Las necesidades del personal en los momentos de la extinción es clave para desarrollar mangueras que resistan el calor y que aporten más caudal del agua, con menor pérdida de carga, permitiendo acumular más agua en su interior, con mejor radio de curvatura, que sean más flexibles y manejables; igualmente las lanzas han evolucionado en la distribución del agua, con lanzas que cumplen la norma europea de lanzas EN 15182 de bajo mantenimiento que permiten trabajar con caudales pequeños, con un tamaño de gota más pequeño y eficaz y que mejoran la seguridad de los bomberos.

 

Técnicas de simulación:

A través de la que se denomina Simulación de Incendios, mediante FDS, se pueden utilizar las técnicas y herramientas de simulación de incendios más avanzadas, para investigar incendios producidos, analizar y/o verificar riesgos de zonas concretas, incluso estudiar cual es la efectividad de los medios de protección en caso de incendio forestal.

3.         Nuevos vehículos contra incendios:

Camiones de última generación con categoría G (todo terreno), que permiten a los cuerpos de bomberos llegar y transportar sus equipos y reservas de agua por zonas de difícil acceso.

Estos vehículos están equipados entre otros elementos, con potentes bombas capaces de alcanzar presiones de agua de hasta 25 bar en media presión y 40 bar en alta presión, cuentan entre su material de mangueras de incendios de alta presión para uso profesional y servicio duro,  de elevada resistencia a las duras condiciones de este tipo de incendios, y lanzas de caudal regulable, con posibilidad de bajos caudales, monitores telemandos desde interior de cabina para el ahorro de agua, etc.

4.         Nuevos retardantes/aditivos para evitar la propagación:

Los retardantes son productos aditivos que mediante mecanismos químico-físicos, pueden retardar el avance del fuego y si su intensidad lo permite, incluso llegar a pararlo. Se han realizado avances en el sector del corto plazo con la optimización de espumógenos y aditivos para agua, etc., que optimizan  la capacidad enfriadora de la misma, consiguiendo unos tiempos de extinción muy notables, dificultando la reignición y el avance del incendio en las áreas tratadas durante un corto período de tiempo. Al mismo tiempo son biodegradables, no corrosivos y cumplen con la  directiva europea 2006/122, libre de PFOS´S. Permiten la protección de amplias áreas,  ayudando a confinar  el fuego en su perímetro  y dificultando  su penetración en ellas, lo que puede ser de gran ayuda en las labores de evacuación y reorganización.

Las nuevas líneas de investigación han conseguido que, con un porcentaje desde el 0,1% al 1%, se reduzca la tensión superficial del agua, facilitando su penetración, mejorando el tiempo de enfriamiento de la masa vegetal, y, al mismo tiempo, produciendo un efecto de sellado que puede sofocar el foco de incendio.

Se pueden aplicar con medios manuales, terrestres   y aéreos, sin necesidad de cambiar de producto, sólo el elemento de aplicación. La realización de cortafuegos es otra posibilidad, así como  la creación de escudos de refrigeración y protección a las brigadas de intervención.

Los aditivos retardantes de largo plazo terrestre, pueden ser aplicados por medios terrestres y aéreos. La aplicación mediante medios terrestres (autobombas y cisternas)  ha supuesto una nueva técnica en las operaciones de ataque indirecto: la creación de cortafuegos químicos, con el objeto de facilitar el control del incendio, mediante la disminución de la energía/longitud de llama.

El desarrollo de nuevas herramientas y medios, diseñados específicamente para la prevención y extinción de incendios forestales, actualmente se encuentra en un nivel avanzado y es uno de los puntos fuertes de las empresas asociadas a TECNIFUEGO-AESPI. Con buenos equipos y soluciones, y una prevención adecuada, podemos entre todos disminuir el número de hectáreas quemadas de nuestros bosques.

 

 

 

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