Los terribles incendios que se desataron ayer tarde en Tarragona hacen temer las perores previsiones para el verano que ha comenzado hace unos días. La ola de calor, la extrema sequía y el abandono rural son los factores desencadenantes de uno de los perores incendios que se recuerdan en los últimos 20 años. Los equipos de extinción (UME, bomberos y personal civil) siguen trabajando en los incendios de Torre de l'Espanyol y Ribera d'Ebre. Fuentes de la Generalitat han informado de que existe riesgo de que ambos los incendios –que hasta ahora han arrasado unas 6.000 hectáreas- se expandan hasta llegar a las 20.000 hectáreas. Además, están afectando a la población con cientos de evacuados, carreteras cortadas por tramos de la interfaz urbano forestal. Por todo ello, se recomienda encarecidamente seguir las indicaciones de las autoridades y solo informarse por medios oficiales del proceso de ambos incendios.
Las estadísticas hasta ahora sitúan 2019 como el segundo año con más extensión quemada en la última década tras 2012. Los datos vienen a confirmar lo que desde hace años en TECNIFUEGO, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, venimos advirtiendo: el cambio climático, los cambios en la gestión de los montes y la España “vacía” en el ámbito rural, facilitan la acumulación de combustible vegetal seco, preparado para arder a gran velocidad.
Este nuevo tipo de incendios forestales, denominados de 6ª Generación, surgen como consecuencia del cambio climático, con una dinámica de propagación propia, que lanza columnas de convección a la troposfera, y, al enfriarse en las capas altas, se desploman, provocando un efecto multiplicador en la expansión del incendio, y cientos de nuevos focos secundarios. La investigación vendrá después. En estos momentos los equipos y personal de emergencias están librando una feroz lucha contra los numerosos focos detectados en ambos incendios.
Los incendios forestales están presentes cada vez más en la vida de las personas, por su riesgo para las poblaciones rurales y por una mayor conciencia sobre nuestra responsabilidad para con el medio ambiente. Proteger nuestros bosques es un deber de todos. Desde el Comité de Defensa contra incendios forestales de TECNIFUEGO nos ponemos a disposición de las autoridades para aportar el conocimiento y la tecnología de extinción que sean necesarios para extinguir los incendios, en cada momento. Confiar en los especialistas es una garantía de seguridad en el caso de la lucha contra los incendios. Con ello, nos unimos al mensaje común de #StopIncendios.