Artículos técnicos

LA CORRECTA CONTRATACION DEL MANTENIMIENTO DE LOS SISTEMAS DE PROTECCION CONTRA INCENDIOS

22/02/2016 - Articulos Técnicos

Antonio Tortosa Martinez. Coordinador del Comité de Extintores. Vicepresidente 2º de TECNIFUEGO-AESPI.

 Nada más dañino para los edificios y las personas que los habitan o visitan que el fuego y su devastadora capacidad de destrucción. Los daños causados por la acción directa del fuego, del calor desprendido, de la toxicidad de la atmosfera generada y del humo, pueden causar daños irreversibles y muertes.

Por ello, arquitectos, ingenieros, técnicos e instaladores se afanan en hacer entrega de diseños y de instalaciones muy cuidadas que permitan combatir esta amenaza de manera eficaz. Su prestigio y su responsabilidad van en ello.

En el momento de entrega del proyecto y de las instalaciones, cuando el propietario asume su propiedad y con ella la responsabilidad de mantener en las condiciones que establece la normativa vigente, que no tiene otro objeto que garantizar su correcto funcionamiento hasta el final de su vida útil.

 Por ello, la contratación del mantenimiento de las instalaciones y equipos de protección contra incendios es obligatorio realizarlo –por Norma - con empresas que estén cualificadas, habilitadas y certificadas ante los organismos de Industria como mantenedores autorizados en todos los epígrafes que se precisen.

Una instalación contra incendios podríamos decir que está “dormida”, pero en realidad si está bien diseñada, realizada  y se lleva a cabo de manera eficiente su programa de mantenimiento, con rigurosidad y cumpliendo las diferentes normas UNE referentes a los sistemas y equipos de protección contra incendios y el RIPCI (Reglamento de Protección contra Incendios), se convierte en nuestro mejor garante  y aliado para prevenir, detectar precozmente y protegernos de los incendios, atacándolos y extinguiéndolos llegado el caso. Pasando a ser por ello  nuestro mejor servicio de vigilancia (las 24 horas).

En las instalaciones diseñadas para edificios singulares, además de cumplirse las normas y reglamento anteriormente descrito y el CTE (código técnico de la edificación), tanto en protección activa como pasiva, tenemos que hacer hincapié en que los sistemas sean los adecuados y específicos al riesgo a proteger.

Por otro lado, me gustaría dejar constancia de que, en los procesos de contratación de los mantenimientos de las instalaciones contra incendios, la elección del proveedor no se puede basar principalmente en el precio. Por desgracia, en la actualidad, es muy común que tanto las administraciones públicas como las empresas privadas, lo primero que valoren sea la parte económica, no teniendo en cuenta que la seguridad contra incendios debe pivotar sobre el rigor, la eficacia y la fiabilidad de los trabajos realizados por técnicos cualificados en este tipo de instalaciones, piedra angular para  poder garantizar el éxito o fracaso en caso de un incendio real.  

Adjudicar por precio un servicio de mantenimiento contra incendios es un error de bulto, que puede aparejar responsabilidades legales graves e impagos de las coberturas de las  pólizas de seguros, cuando ello suponga la aceptación de ofertas temerarias por unos servicios que sabemos es imposible asumir por los costes de los trabajos a realizar por la empresa adjudicataria, garantizando con ello que el resultado final no sea el deseado.

Hay, por experiencia lo puedo decir, una gran confusión de donde encuadrar el mantenimiento de las instalaciones de protección contra incendios, si en el departamento de mantenimiento y servicios generales o en el de seguridad, donde lo hubiere, y es un gran error. Al margen de cualquier consideración de carácter legal contemplada en la Ley de Seguridad Privada, hay que tener en cuenta las responsabilidades que los Directores de Seguridad asumen a la hora de hacerse cargo de un departamento de seguridad, cuando a estos se les encomienda la protección y custodia de las personas y los activos patrimoniales.  En este punto, no solo hay que contemplar los requerimientos de seguridad vinculados con los hechos delictivos, sino que deben contemplarse  todos los riesgos asociados a la actividad de la entidad, entre los que se encuentra el riesgo de incendios y siniestros similares. Estos riesgos, vinculados a la seguridad de las personas, toman una relevancia capital, ya que son los que mayor índice de siniestralidad tienen y más daños provocan en caso de manifestarse.

También es muy importante que el personal de las instalaciones esté formado y familiarizado con los sistemas y equipos de PCI instalados  -y no hablo únicamente de los vigilantes de seguridad-, pues la formación de los empleados como colectivo es la mejor forma de garantizar la mayor eficacia en la respuesta en caso de una alarma o incendio. 

Con mi experiencia en el sector de la seguridad y protección contra incendios, me gustaría que se le diese mayor importancia a este tema  por parte de los usuarios: gerentes, responsables de compras, arquitectos, ingenierías,  directores de seguridad y compañías de seguros, y que  se involucrasen más en dotar a empleados de una cultura de seguridad y de prevención mediante el correcto conocimiento y manejo de los sistemas y equipos instalados, así como en los procedimientos de mantenimiento preventivo. Enseñando cuáles son los equipos más idóneos – en cada caso - para el riesgo a combatir,  ocasionando  por ello durante el proceso de extinción del fuego el menor daño posible.

Por último, en la fase de diseño de las instalaciones de protección contra incendios, hay que tener muy en cuenta que el coste de mantenimiento en la vida útil del equipamiento sea el adecuado a los presupuestos disponibles, pues actualmente, las hay que han instalado sistemas que cuando llegue el momento de reponer, sustituir, recargar, modificar, etc., supondrá un montante económico tan elevado del presupuesto que será inabordable.

En definitiva, del correcto mantenimiento operativo de los sistemas de protección contra incendios instalados en los edificios  depende la vida y la integridad de las personas.

Destacado: “La eficacia y la fiabilidad de los trabajos realizados por técnicos cualificados es la piedra angular para poder garantizar el éxito”

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